0 Los especuladores de siempre.

Las secuencias golpistas desde principios de este modelo nacional, popular y democrático han sido – lamentablemente – usuales, en cambio desde principios de diciembre del 2013, con la liberación para la delincuencia desde algunos sectores de algunas policías provinciales, han tomado una ira incontrolable.

Esta sucesión, por supuesto, ha sumado a los representantes más rancios de nuestros casi 2014 años de historia como Patria, estos son la Sociedad Rural Argentina y sus socios menores de la Mese de Enlace, que gracias a los silos bolsa, que les permiten llevar su avaricia a límites inhumanos con el fin de especular y llevar a la vil moneda estadounidense por arriba de los diez pesos para comenzar a vender con pereza sus cosechas.

Ya no quieren dar un golpe de Estado a la compañera Presidenta Cristina, quieren darlo a la democracia, para instalar una democracia tutelada.

Por supuesto que sin bombas sobre la Plaza de Mayo y sin tanques de guerra, ya que tienen de su lado a los formadores de precios, sectores empresariales medianos y pequeños con escasa visión a futuro, grandes y poderosos empresarios que quieren pasar al olvido las paritarias y las conquistas de esta década, y por supuesto con Héctor Magnetto (número uno del Grupo Clarín S.A) a la cabeza esparciendo odio desde cada carácter, palabra, titular y nota de los diarios como Clarín, La Nación, La Nueva Provincia, La Razón y decenas de diarios más, y cada zócalo de TN, C5N, por ejemplo.

Están yendo por todo, por esto han sumado, al F.M.I (Fondo Monetario Internacional) que ha osado desde su clásica soberbia criticar a la Patria grande y sus políticas económicas y sociales; están, al mismo tiempo, preocupados porque asumen que hay una apoyo popular y masivo latente.

Y al Pueblo, todos los actores golpistas mencionados, le tienen miedo y sobre todo asco, porque son su peor pesadilla tanto en esta década ganada como en aquel primer peronismo conducido por el General Perón junto a la compañera Evita.

JP Evita Lomas de Zamora.